Ella miraba fijamente el cuadro que brillaba con oro. La imagen de ella en un vestido de princesa, con su largo cabello fluyendo y rasgos delicados, parecía una princesa de un cuento de hadas, atrayendo toda la luz del mundo hacia sí misma.
Brandon era realmente astuto. En su vida pasada, su propuesta no había involucrado un gesto tan impresionante.
Si ella todavía fuera la misma Ella de antes, se habría conmovido hasta las lágrimas y habría aceptado de inmediato.
—Di que sí, Ella. ¡Te he querido durante tanto tiempo! —Brandon la miraba con profundo afecto, sin decir mucho más.
El rostro de Roberto se oscureció. Él había esperado que Ella terminara con Eric, pero el movimiento repentino de Brandon parecía convencerla.
—¡Di que sí!
—¡Cásate con él!
La multitud, incluyendo a Lily y otros, gritaba fuerte. Ella salió de su ensimismamiento, sonrió tímidamente y asintió.
—Está bien, seré tu novia.
Sus palabras hicieron que el rostro de Eric se tornara negro como un trueno.