—Definitivamente estaré ahí, pero ¿de qué tipo de espectáculo estás hablando? —preguntó Eric con una sonrisa gentil, mientras acariciaba tiernamente su largo cabello.
—Es un secreto por ahora. El domingo, pase lo que pase, necesitas mantenerte calmado y no enojarte, ¿de acuerdo?
—Si implica algún plan que podría lastimarte, no estaré de acuerdo.
—No lo hará. Confía en mí, prometo que no me hará daño. Te daré un gran espectáculo —dijo Ella con un poco de culpa, evitando la mirada de Eric con una sonrisa ligera.
—Está bien entonces. ¿De dónde es esta crema de champiñones? —preguntó Eric.
—Festín Celestial —respondió Ella, con sus brillantes ojos mirándolo. —Eric extendió la mano y le acarició la cabeza—. Buena chica, incluso sabes que me gusta la comida de allí.
El rostro de Ella se calentó ligeramente, aunque no tan fácilmente como antes. Parecía haberse acostumbrado a su presencia, casi como si fueran los amantes más íntimos.