```
Durante la hora del almuerzo, la segunda cuñada de Xiao Biyu dijo ansiosa —Madre, Yu'er se niega a salir a comer, ella... ella también dijo que si no cedemos a sus caprichos, comenzará una huelga de hambre.
Zheng Shi también estaba preocupada por su hija, pero reflexionando sobre las acciones de la niña, solo pudo endurecer su corazón y decir —Déjenla estar, si se muere de hambre, ¡qué así sea!
—¿Qué tal si le llevo algo de comida? —dijo Xiao Dazhi, con lástima en su voz.
—Si quieres enviarla, entonces envíala. A partir de ahora, ya que tú la consientes, quizás hasta pueda casarse con Tan Zhenghong —siendo burlado de tal manera sarcástica por Zheng Shi, Xiao Dazhi también abandonó la idea.
Si Xiao Biyu seguía siendo consentida, entonces su felicidad para toda la vida estaría arruinada.
Zheng Shi dijo inquieta —¿Qué están mirando todos? ¡Apúrense a comer!
Nadie se atrevió a hesitar, ya que todos bajaron sus cabezas para comer.