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El barco de la Familia Zhou tomó el Río Dayuan, lo que hizo que el viaje fuera más rápido; tomó menos de diez días para que los regalos anuales de la Familia Yan llegaran a Pekín.
Residencia Yang.
Venerable Señora Yang acababa de regresar de asistir a un banquete con las mujeres de la familia y ahora estaba reunida en una habitación charlando.
A medida que se acercaba el final del año, había más banquetes organizados por diferentes familias. Aunque el jefe de la familia era solo un oficial de cuarto rango, recibió bastantes invitaciones.
—Abuela, el conjunto de joyas de la Señorita Yuan era realmente hermoso, quiero uno igual —dijo una nieta con ojos brillantes.
—Abuela, yo también quiero uno —replicó otra.
Las hijas de las primeras, segundas y terceras ramas de la Familia Yang estaban actualmente sentadas alrededor de la Venerable Señora Yang, mimándola y actuando de manera adorable, mientras hacían lobbying por sus propios intereses.