Kapitel 16: Duelo definitivo
-¡Solo quiero...! ¡Solo quiero recuperar a mi hermano! -gritó Takuma a punto de llorar. -¡Por favor, Norio, ayúdame a que mi hermano se quite la venda de los ojos! ¡No quiero que termine en ese limbo con una posibilidad mínima de rescate!
Norio tenía un nudo en la garganta al igual que Takuma. Se quedó petrificado al escuchar los gritos de ayuda de Takuma, nunca se hubiera esperado que alguien tan reservado y tan independiente como él terminara pidiéndole ayuda de manera desesperada.
-Pero... No sé cómo... -respondió Norio. -Es decir, ¿cómo convencemos a un adulto para que deje de ser el Jinete de la Hambruna?
-No lo sé... Pensé que tendrías una idea después de haber convivido con él algún tiempo... -le dijo Takuma, como si estuviera esperando una respuesta mágica por parte de Norio.
-Nunca convivíamos en realidad... -le dijo Norio. -Te lo dije hace algún tiempo, solo nos reuníamos para seguir las órdenes del Gran Jefe, no conozco su personalidad más allá de lo que ustedes han visto.
-Es que... -siguió hablando Takuma. -Él era un brillante ingeniero en informática, incluso se graduó con honores y Kite Incorporated lo fichó casi de inmediato.
-¿Qué? -preguntó Norio muy sorprendido. -¿Dices que tu hermano trabajó en Kite Incorporated?
-Sí, incluso estuvo trabajando en las mejoras del sistema de realidad alterna de Comet AR.
-Eso significa que sabe cómo infiltrarse al SDK y pasar desapercibido. -contestó Norio. -Como cuando estábamos Masato, Kaoru y yo entrenando el día de hoy. Ahora que lo dices, estas espadas que los Jinetes portamos fueron creadas por él.
-Así es, él sabe todo eso y más, por eso no estamos seguros ni siquiera entrenando en el SDK del Club de Computación.
-¿Pero cómo una eminencia en Kite Incorporated termina tirando todo para unirse a un delincuente como el Gran Jefe? -preguntó Norio.
-Todo pasó después de que lo despidieron. -respondió Takuma. -Un día llegó a casa y solo se encerró en su habitación... Cuando había pasado la hora de la cena y no había bajado a prepararla, fue cuando subí a su cuarto... Ya no estaba, solo había un mensaje en la pantalla de su computadora...
Takuma sacó su celular y le mostró una fotografía a Norio.
-"Sé lo que se siente que se roben tus ideas y te den una patada como agradecimiento. Ven a la ubicación que te pongo en el mapa y juntos podremos acabar con Kite Incorporated y con Comet AR. G.J.". -recitó Norio el texto que aparecía en la foto. -El Gran Jefe... Entonces el Gran Jefe ya tenía en la mira a tu hermano y aprovechó ese incidente para reclutarlo.
-Eso parece...
-Aunque hay algo que me tiene confundido... A mí me dijo que ser Jinete significaba mejorar Comet AR, pero a tu hermano le dijo que era para acabar con Comet AR...
-Probablemente le dice a cada uno lo que quiere escuchar. -respondió Takuma, a pesar de la incomodidad que provocara en Norio la respuesta.
-Creo que esto hay que hablarlo con Masato.
-¿Crees que pueda ayudar en algo?
-Él ya sabía que yo era el Jinete de la Guerra casi desde el momento en que nos conocimos.
Takuma, sorprendido, cambió su rostro, pero no pudo pronunciar palabra alguna.
-Eso... eso no me lo esperaba. -dijo Takuma finalmente.
-También pensé en eso cuando me lo dijo. -contestó Norio un tanto incómodo. -Supongo que lo subestimé y por mucho.
-¿Crees que pueda ayudarnos en esto?
-Solo nos tenemos a nosotros en esto. -le dijo Norio. -Si no podemos hacerlo, nadie más lo hará.
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El día del tan esperado duelo entre Norio y Hisoka había llegado. Los chicos estaban reunidos en el club de Computación, esperando la hora decisiva.
-¿Pasa algo, Norio? -preguntó Marina al ver a Norio sudando frío.
-Te mentiría si te dijera que no estoy nervioso. -respondió Norio.
-Pero siempre dices que puedes vencer a Hisoka.
-Tengo un extraño presentimiento de que esta vez no será tan fácil. -le contestó Norio. -Aun así, creo que los dioses estarán de nuestro lado. Puesto que sé que todo esto lo hago para tener un mejor espacio de Comet AR para todos los alumnos.
-Norio... -le respondió Masato. -Hay algo que un profesor del internado me dijo una vez: "Es mejor haber intentado algo y fracasar, que nunca haberlo intentado".
-¿Qué quieres decir con eso? -preguntó Nanami.
-Quiero decir que, incluso si Norio pierde el duelo, ha llegado muy lejos desafiando a Hisoka. -respondió Masato. -El Norio que yo conocí en un principio nunca habría tomado una decisión así. Creo que eso ya dice mucho de ti.
-¿Y dónde está Kaoru? -preguntó Nanami.
-Creo que no ha querido regresar. -dijo Masato.
-Sea cual sea su decisión final, la debemos respetar. -le contestó Norio. -Incluso... incluso si no vuelve a dirigirnos la palabra.
-¿Crees que llegue a tanto? -preguntó Marina.
-La verdad no lo sé, son tantas las cosas por las cuales preocuparnos: Hisoka, el Gran Jefe, Kaoru, el hermano de Takuma... Ya no sé ni cuál es la prioridad ahora mismo.
-Creo que la prioridad ahora mismo es Hisoka. -respondió Masato. -Si de verdad crees que podría ser presa fácil del Gran Jefe, es mejor detenerlo ahora antes de que sea demasiado tarde.
-Ya es hora, Norio. -respondió Nanami al ver que faltaban diez minutos para la cita.
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Los chicos entraron a Comet AR desde el club de Computación y se dirigieron al gimnasio de la escuela. Al entrar a ese recinto, notaron a casi todo el alumnado en las gradas, al igual que a varios profesores en ellas.
-Hisoka lleva esperando media hora en su lugar. -dijo una voz atrás de Norio.
-¡Profesor Tanaka! -gritaron los chicos al unísono.
Los chicos se sorprendieron al entrar al gimnasio, no se esperaban que el profesor Tanaka se encontrara detrás de ellos.
-¿Por qué se sorprenden? -preguntó Tanaka. -Si voy a ser quien oficie la ceremonia.
-¿Por qué hay tanta gente en las gradas? -preguntó Masato. -Ni siquiera en los eventos deportivos hay tantos alumnos reunidos.
-Eso pronto lo sabrás, Masato. -respondió Tanaka. -Norio, quiero ver si ese Jinete de la Guerra aguerrido y temerario que conocí, todavía sigue vivo después de haber abandonado al Gran Jefe.
-El Gran Jefe no me hizo así. -respondió Norio mirando fijamente a Tanaka. -Yo ya era así, mi madre fue el motor para seguir adelante y así lo será siempre.
-Buena respuesta, Norio. -dijo Tanaka. -En fin, ve a la cancha para enfrentarte a Hisoka.
Norio se adelantó y caminó hacia un extremo de la cancha. Ahí, miró fijamente a Hisoka, esperando quizás un saludo que jamás llegaría. Hisoka se veía concentrado, aunque por ratos su rostro parecía mostrar una cierta confianza. Norio, por el contrario, no quería revelar la confianza. Un día antes, Rom le había mencionado los registros de duelos de Hisoka y los resultados eran paupérrimos. El antes Jinete de la Guerra sabía que podía ganarle, pero no podía demostrar esa confianza frente al público. "Puede jugar en tu contra", decía su madre.
Así, Norio se acercó al otro extremo de la cancha de donde se encontraba Hisoka. Allí, los cometas de ambos chicos aparecieron en el suelo, y antes de que empezara el duelo, ambos cometas comenzaron a flotar en el aire. Fue allí cuando Hisoka notó que el cometa de Hisoka se veía un tanto diferente. Tenía picos, picos por todas partes, y era de color negro, parecía que lo hubieran pintado de oscuridad.
-¿Sorprendido, Norio Hashimoto? -preguntó Hisoka.
-Te sorprenderías si te dijera a cuántos me he enfrentado. -respondió Norio.
El robot árbitro que anunciaba el inicio el duelo apareció y comenzó a recitar las reglas.
-Del lado izquierdo tenemos a Hisoka Yamamoto, el presidente del club de Kite Wars de la Secundaria número 2. Del lado izquierdo tenemos al retador, Norio Hashimoto, presidente del Club de Computación de la Secundaria número 2.
Norio notó que ninguno de los chicos estaba emocionado por el duelo. Por el contrario, solo se escuchaban pequeños murmullos apenas perceptibles.
-El duelo solicitado es por puntaje. -dijo el robot con una voz metalizada y muy artificial. -El primer cometa en llegar a cero puntos será el ganador. Las condiciones de la apuesta son: el ganador obtendrá automáticamente el puesto de presidente del club de Kite Wars de la Secundaria número 2. ¡A pelear!
Habiendo dado la orden, Norio fue inmediatamente hacia el cometa de Hisoka y trató de golpearlo. Sin embargo, el golpe bajó poco el puntaje de Hisoka y redujo considerablemente el de Norio.
-¿Pero qué pasó? -preguntó Norio muy asustado.
-Te dije que te sorprenderías. -gritó Hisoka muy efusivo. -¡Gracias a un conocido, pude poner cubierta similar a una lija y picos afilados a mi cometa! ¡Cada vez que intentes atacarme, tu cometa recibirá más daño que el mío! ¡Además, puedo infligir el triple de daño que con un cometa normal!
Masato giró sorprendido hacia los demás chicos.
-¡Pero eso es ilegal! -gritó. -¡Se supone que no deben existir aditamentos así!
-Es legal. -respondió el profesor Tanaka. -Comet AR tiene un sistema en el cual solo los aditamentos firmados por Kite Incorporated pueden ser utilizados en un duelo dentro del entorno.
-¿Eso significa que alguien dio de alta ese aditamento y Kite Incorporated lo aprobó? -preguntó Marina.
-Exacto.
-Esa coraza de lija... -murmuró Takuma. -Se parece a un diseño que tenía mi hermano en su computadora.
-¿Entonces...? -preguntó Masato. –¿Hisoka conoce al hermano de Takuma?
-No lo sé... -respondió Takuma. -Pero todo parece indicar que las sospechas de Norio son ciertas.
Mientras tanto, Norio se encontraba en un predicamento: No podía golpear al cometa de Hisoka, ni siquiera rozarlo, puesto que fácilmente perdería más puntos y, por consiguiente, el duelo.
-¿Qué hago? -se preguntaba a sí mismo Norio mientras todo lo que podía hacer era tratar de esquivar el cometa de Hisoka.
Y es que, parecía que estaban jugando al gato y al ratón. Norio siendo perseguido por Hisoka.
-¿Y qué puede hacer Norio? -preguntó Marina.
-No creo que sea la primera vez que Norio se enfrenta a algo así. -respondió Tanaka. -No necesariamente necesita golpear para vencer.
-¿Qué te pasa, Norio? -gritaba Hisoka muy emocionado, como si el solo hecho de perseguir a Norio y tratar de provocar daño a su cometa lo excitara. -¿Acaso me tienes miedo? ¡Deberías! ¡Tal vez así se te quiten las ganas de meterte con lo que es mío!
-¡Comet AR no es tuyo! -gritó Norio. -¡Es de los chicos de esta secundaria, tú solo has monopolizado su uso!
-¡Cállate! -gritó Hisoka muy molesto, tal parecía que quería llorar con cada grito que daba. -¡Maldigo la hora en que te mudaste a esta ciudad y entraste a esta escuela! ¡Todo iba muy bien en el club hasta que llegaste!
Norio no daba crédito a lo que escuchaba de los labios de Hisoka. Era como si él le estuviera contando una versión muy distorsionada de la realidad que había vivido en esa escuela.
-¡Querías robarte a mis amigos con tus habilidades en las Kite Wars! -gritó de nuevo Hisoka. -¡Querías clasificar a los torneos y quitarme la presidencia del club! ¡Hice lo más sensato para todos, sacarte del club y evitar que quisieras hacer algo para quitármelo!
Masato apretaba los dientes con cada palabra que mencionaba Hisoka.
-Le tirabas la comida al suelo, la ensuciabas y se la volvías a poner en su caja... -mencionó en voz baja Masato. -Te burlabas en las redes sociales de Kaoru y de Norio... Hiciste que casi quisiera quitarse la vida... ¡¿De qué mierda estás hablando, Hisoka?! ¡Tú no eres la víctima en todo esto!
-¡Cállense! -gritó Hisoka, tal parecía que había perdido por completo la razón. -¡Norio es el único culpable de que todo esto haya llegado a este punto! ¡Siempre quiso quitarme la presidencia del club! ¡Durante más de un año ese ha sido su objetivo!
-Te equivocas, Hisoka... -dijo Norio tratando de tranquilizarlo. -¡Yo solo quería ser tu amigo!
La sorpresa de Hisoka fue tal, que soltó los controles de su cometa, e inmediatamente volvió a sostenerlos para recuperar el vuelo.
-¡Mientes! -gritaba Hisoka. -¡Desde que llegaste solo has estado saboteándome! ¡Buscas quitarme lo poco que tengo!
Norio no dijo palabra alguna. Incluso si no eran ciertas todas las afirmaciones de Hisoka, el sabotaje era algo que todavía lo tenía incómodo. No podía decirle que había sido el Jinete de la Guerra, o eso sería admitir que efectivamente había sido él quien orquestaba las intrusiones contra el club de Kite Wars de la secundaria. Pero no había tiempo de pensar en ello, Hisoka le estaba dando una paliza con su cometa.
Era una escena increíble de ver, nadie apostaba que Hisoka podía ganarle a Norio, pero tal parecía que la victoria era segura para el actual presidente del club de Kite Wars. Pero algo llamó la atención de Norio. Pudo ver cómo Hisoka batallaba con el control de su cometa. "Debe ser la primera vez que prueba esa coraza", se dijo a sí mismo. Tenía que usar esa desventaja a su favor.
-Claro... -se dijo a sí mismo. -Una coraza tan pesada no podría remontar el vuelo después de ir en picada.
Acto seguido, Norio hizo lo posible para ser la presa y llamar la atención de Hisoka.
-Solo puedo hacerlo una vez... -respondió Norio. -Si fallo, se dará cuenta de mis planes y estaré perdido.
Norio bajó la altura de su cometa gradualmente a medida que iba siendo perseguido por Hisoka. Una vez que Hisoka pudo ubicar sin problemas a Norio, se fue en picada hacia él.
-¡Ya te tengo! -gritó Hisoka. -¡Prepárate para perder!
Pero Norio, precavido, aumentó la velocidad de su cometa drásticamente, haciendo que el cometa de Hisoka, en vez de estrellarse contra el cometa de Norio, cayera en picada contra el suelo. Allí, el cometa de coraza negra se deshacía en mil pedazos ante la mirada atónita de Hisoka, quien ya sentía la victoria írsele de las manos.
-¡El ganador es Norio Hashimoto! -dijo el robot que arbitraba el duelo.
Apenas el sistema declaró a Norio como ganador, todos los alumnos de la secundaria, quienes se encontraban sentados en las gradas, se levantaron, ondearon pancartas en apoyo a Norio y gritaban de forma efusiva.
-¿Qué está pasando? -preguntó Norio sorprendido del apoyo de sus compañeros de escuela.
Norio observaba a todos y a cada uno de los chicos de las gradas, y su sorpresa incrementaba de a poco, nunca había visto tanta efusividad por parte de sus compañeros, era como si de pronto la emoción se desbordara en las gradas. El profesor Tanaka, quien se encontraba entre el público junto a los demás chicos del club de Computación, se acercó a Norio antes de dar un pequeño discurso.
-¿Estás sorprendido? -preguntó Tanaka.
-¿Por qué están tan emocionados, profesor Tanaka? -preguntó Norio sin salir de su perplejidad.
-Norio, tú alzaste la voz contra el tirano de Hisoka. -le respondió Tanaka. -Piensa que cada uno de ellos es un chico que pensaba que estaba solo, creyendo que el entrar a Comet AR era un reporte ante la dirección. Se sentían solos de no tener a alguien que sintiera lo mismo que ellos, o eso creían.
-¿Eso creían?
-Tú eres igual que ellos, sufriste en las manos de Hisoka. -siguió hablando Tanaka. -Pero, a diferencia de ellos, alzaste la voz, le pusiste un alto y te le enfrentaste como David contra Goliat. Tenían puesta su esperanza en ti y la siguen teniendo. Los chicos de esta secundaria esperan que, ahora que Hisoka no está a cargo del club, las cosas sean diferentes.
-Y así será. -le respondió Norio. -Todo gracias a usted.
-¿A mí? ¿Por qué a mí?
-Usted me hizo ver que había otro camino, uno que no implicara venganza y dolor, sino justicia y esperanza. Estaba tan cegado por ser el Jinete de la Guerra y buscar venganza contra Hisoka, que no veía más allá de mis narices.
-Me alegra saber que hice algo bueno por alguien. -respondió Tanaka. -Eso significa que mi labor como profesor está dando frutos. En fin, creo que no podemos alargar la espera.
El profesor Tanaka carraspeó un poco y alzó la voz.
-Alumnos y profesores de la Secundaria número 2, yo, Koutarou Tanaka, en representación del director de esta escuela, el profesor Eiji Yamamoto y, en conformidad a lo acordado en la última reunión entre presidentes de clubes de esta escuela, me es un honor entregarle el club de Kite Wars al alumno Norio Hashimoto.
Todos los alumnos de la secundaria gritaron con más fuerza. Norio volteó a ver a Masato y a los demás, ellos tampoco podían ocultar la felicidad en sus rostros, pero la efusividad no estaba en sus planes.
-¿Algunas palabras que quieras decir, Norio?
-Sí... -dijo Norio, mientras alzaba la voz para dirigirse a todos los alumnos de la escuela. -Queridos compañeros, nunca pensé que llegaría hasta este punto en mi vida.
Conforme más pensaba Norio su discurso, se le hacía más un nudo en la garganta.
-No puedo estar más feliz por este logro, porque ha sido gracias a mis amigos, a quienes, incluso si en algún momento llegué a lastimarlos, nunca me abandonaron... Si he llegado a cambiar las cosas en el asunto de Comet AR, es porque así va a ser. A partir de mañana, el registro para el club de Kite Wars estará abierto. Recuerden que es cupo limitado, pero no se preocupen si no consiguen lugar o si solo quieren practicar Kite Wars de forma casual... El gobierno tiene reglas estrictas sobre el uso del terreno virtual de Comet AR y me encargaré de respetarlas. Recuerden que este es un plus que nos da la escuela, no es una obligación, no les den batalla a nuestros profesores, practiquen en horas muertas o durante los recesos, o incluso en fines de semana. Es la única regla que quiero que obedezcan. ¡Quiero ver esos cometas volando libremente en el aire por siempre!
Los chicos de las gradas volvieron a gritar con todas sus fuerzas expresando esa emoción que no podían guardar ya dentro de ellos. Norio volteó a ver toda la cancha, pero no vio a Hisoka por ningún lado.
-¿A dónde se fue? -preguntó Norio en voz baja.
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-¡Felicidades, presidente del club de Kite Wars! -dijo Masato, acercándose a Norio. -¡Por fin somos el club de Kite Wars!
-¿Eso significa que pueden pedir fondos a la escuela para el SDK? -preguntó Marina.
Los chicos habían salido de Comet AR y se encontraban celebrando en el salón del club de Computación. Norio lo había elegido como nueva sede para el club de Kite Wars, aunque...
-¡Exacto! -contestó Norio. -¿Pero qué vas a hacer tú?
-Norio... tú sabes que las Kite Wars no son lo mío... -respondió Marina. -Creo que lo mejor será que me encargue del club de Computación.
-No tienes por qué irte. -dijo Norio. -Tú me diste un lugar en el club de Computación cuando Hisoka me botó... Puedes venir con nosotros, además necesitamos a alguien que pueda esquematizar los cometas y aditamentos, a mí no se me da bien eso.
-¿Crees que pueda hacerla en el club con ustedes? -preguntó Marina.
-Y si gustas, puedes practicar con nosotros. -respondió Masato. -Mira a Nanami, hace unos meses no sabía nada de Kite Wars y ahora puede recorrer la pista de obstáculos de prueba en el tiempo mínimo.
-Bueno... no tanto... -respondió Marina algo sonrojada.
-No seas modesta, Nanami. -respondió Norio. -He visto tu progreso y de verdad me sorprende. Quien sabe, tal vez podrías destronarme en unos meses de la presidencia del club.
-¡Tampoco tengo el nivel que tienes tú, Norio! Pero si crees que puedo lograrlo, entonces entrenaré el doble. ¿Podemos hacerlo, Masato?
-Bueno... si tú lo dices...
La puerta del salón se abrió, allí pasaron Takuma y Kaoru, llevando varias cajas cada uno de ellos.
-¡Kaoru! -gritó con emoción Norio. -¿Qué haces aquí?
-Trayendo las hamburguesas de "Major Burger". -respondió Kaoru. -Además... Quería pedirte formar parte del club de Kite Wars.
-¿Por fin has tomado la decisión? -preguntó Nanami.
-Sí... -respondió Kaoru. -De verdad aprecio mucho su compañía, de todos ustedes, incluso de Masato. Si puedo tener la amistad de todos ustedes, creo que con eso será suficiente.
-Siempre eres bienvenido con nosotros. -respondió Masato.
-Pero... creo que pidieron demasiadas hamburguesas... -dijo Norio al ver la enorme cantidad de cajas de "Major Burger" en la mesa.
-Es verdad... -dijo Nanami. -Somos pocos todavía en el club, Norio dijo que las inscripciones se abrirían hasta mañana.
-¿De verdad? -preguntó Kaoru triste. -Y yo que quería darle una bienvenida a los nuevos miembros del club.
-Creo que sé qué hacer con algunas cajas... -dijo Norio.
Se dirigió hacia la mesa, tomó unas tres cajas que estaban rotuladas con el logotipo de "Major Burger" y dijo: "Vuelvo en cinco minutos". Acto seguido, se dirigió hacia la puerta y salió del salón.
Norio había decidido ir al salón del otrora club de Kite Wars para entregarle las hamburguesas a Hisoka y a sus amigos.
-Hisoka... -dijo Norio frente a la puerta mientras golpeaba la misma. -¿Podemos hablar un poco? Traje hamburguesas.
Pero no recibió respuesta alguna.
-Hisoka... -dijo nuevamente Norio frente a la puerta. -Sé que estás ahí... Abre la puerta, solo quiero conversar.
Pero nuevamente su petición fue ignorada.
Norio giró la perilla del salón, notó que no tenía llave, así que la giró con más fuerza para abrir la puerta. El salón estaba iluminado, pero ni Hisoka ni sus compañeros se encontraban ahí. Norio decidió entrar al salón, un salón que había conocido algún tiempo atrás, habiendo formado parte del club. A un costado, pegado a una pared, pudo ver el estante de trofeos del club, totalmente vacío, señal de que, en toda la gestión de Hisoka, no habían tenido ni un solo triunfo. Del otro costado, en la otra pared, había un montón de carteles sobre torneos y sobre Kite Channel, el canal de difusión multimedia de la plataforma. Más al fondo, pudo ver un montón de fotografías, pero una de ellas llamó su atención. Eran los cuatro chicos: Hisoka, Haru, Ren y Norio, quienes se encontraban allí posando frente a la cámara, cada uno sosteniendo entre las manos a su propio cometa en Comet AR.
Norio observó con más detalle esa foto. Los cuatro chicos estaban felices, incluso Hisoka quien, en los últimos meses, nunca se le había visto sonreír. No parecía que esa felicidad fuera fingida en Hisoka, sino todo lo contrario, como si realmente disfrutara de ese momento. Norio había reparado en ese detalle, "¿Qué pasó?", se preguntó a sí mismo.
-¿Vienes a robarte algo más? -preguntó Hisoka, quien había llegado al salón del club, de su antiguo club.
-Hisoka... -dijo Norio algo nervioso, tratando de no meter la pata. -Te traje unas hamburguesas... Podemos comerla entre tus amigos, tú y yo. Quiero que sepas que, a pesar de lo mal que nos llevamos en algún momento, creo que es buena idea reiniciar nuestras vidas, y que sepas que el club de Kite Wars tiene abiertas las puertas a ustedes...
-¡No necesito que te compadezcas de mí! -gritó Hisoka muy furioso. -¡Ya tuve suficiente con que me quitaras el club, incluso me quitaste a Ren y a Haru! ¡Me abandonaron hace unos minutos! ¡Dijeron que no querían verme y que ningún club los iba a aceptar después de aquella derrota!
-Hisoka... -preguntó Norio muy asustado. -¿Por qué cambiaste?
-¿Eh?
-Mira esta foto... -le dijo Norio tomando la foto de la pared tratando de enseñársela, sus ojos parecían estar llenos de lágrimas. -Míranos a los cuatro, felices, disfrutando de las actividades del club... ¡Eso fue antes de que clasificáramos a nuestro primer torneo! ¡Yo no te recuerdo así, arrogante, bravucón, engreído, cínico! ¿Qué te hizo cambiar? ¡Dímelo!
-¡Tú! -gritó Hisoka muy furioso tratando de responder a las preguntas de Norio. -¡Tú eres el culpable de esto! ¡Desde que decidiste que debías ser el presidente del club, toda mi vida se fue al caño! ¡Sabías que yo tenía un talento nulo para esto, por eso querías quitarme del club y quedarte con la presidencia del mismo!
-Hisoka, yo jamás...
-¡Pero tal parece que todo intento de evitar tus malévolos planes era en vano! -gritó Hisoka. -¡Ya obtuviste lo que tanto querías, me quitaste todo lo que alguna vez tuve, ahora lárgate antes que te dé una paliza!
Norio tomó camino hacia la puerta del salón.
-Solo quería hacer la paz contigo... -dijo Norio, tratando de convencer a Hisoka. Su voz se oía entrecortada.
-¡Jamás aceptaré algo que venga de ti! -gritó Hisoka.
Acto seguido, Hisoka tomó las cajas de hamburguesas que Norio había dejado en la mesa del salón y las tiró al bote de basura.
-¡Largo!
Norio no dijo nada, solo salió del salón y tomó camino rumbo al salón del ahora nuevo club de Kite Wars. Al llegar al salón, cerró la puerta y no pudo soportar más. Se derrumbó en el suelo y comenzó a llorar, como nunca antes lo había hecho. Solo había llorado así hace casi dos años, el mismo día en que tuvo que dejar ir a su madre al más allá.
-¿Qué te hizo Hisoka? -preguntó Masato preocupado, acercándose rápidamente a Norio para tratar de levantarlo.
Pero Norio no pudo responder nada. Y es que Norio todavía, en ese momento, creía que podía resolver las viejas rencillas con Hisoka. Era una mezcla de emociones encontradas. Se suponía que debía ser un momento de felicidad al devolver las Kite Wars a los chicos de la secundaria. Pero en vez de eso, Norio había perdido para siempre toda posibilidad de volver a ser amigo de Hisoka.
Lo que Norio y ninguno de los chicos del nuevo club de Kite Wars sabía era que, en el salón del antiguo club de Kite Wars, un chico llamado Hisoka Yamamoto también se encontraba llorando después de haber perdido lo que alguna vez tuvo.
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