Xander continuó quedándose en la mansión de Bruce durante los dos días siguientes, y durante esos dos días, deseó en silencio que su padre viniera a visitarlo aunque fuera una vez para saber cómo se encontraba.
Xander se obligó a aceptar que el señor Wallace verdaderamente lo odiaba, así que dejó de esperar algo de él.
De día, se refugiaba en la biblioteca, forzándose a concentrarse en su lectura. Sin embargo, frente a él, Samantha estaba absorta en una de sus novela picantes, su intensa concentración hacía parecer que estaba estudiando algo académico. Se movía incómodo, preguntándose cómo ella conseguía leer esos libros con tanta dedicación.
Por las tardes, iba a visitar a Arabella y hablaba con ella un par de veces. Podría haber llevado a Arabella a la casa de Bruce para pasar el rato pero le parecía inapropiado. Además, aún no confiaba en el anciano.