Durante la hora de la cena en la mansión Wallace, Xander podía sentir la mirada fija desde el otro lado de la mesa y ni siquiera necesitaba levantar la cabeza para saber quién lo miraba con tanta intensidad.
—¡Xander! —llamó el señor Wallace, atrayendo la atención de todos.
¿Qué he hecho mal esta vez? Xander no pudo evitar preguntarse.
Nada bueno jamás salía de la boca del señor Wallace cuando llamaba a Xander, así que se preparó para ser criticado.
—¿Sí, padre? —respondió él.
—Quiero que cortes con esa chica con la que estás saliendo —exigió el señor Wallace.
En cuanto esas palabras salieron de sus labios, la mesa de la cena se quedó en silencio mientras todas las miradas se volvían hacia él.
La cabeza de la señora Wallace se giró para enfrentarse a Xander. —¿Tienes una novia? —Y él logró asentir.
—¿Xander tiene una novia? —preguntó Kace, con los ojos muy abiertos de shock como si acabara de oír la mejor noticia.