—Eso es porque ahora poseo todo lo que pertenece a la familia Harrison —terminó.
Michelle no podía decir si Jack le estaba jugando una broma o si hablaba en serio. Pero la mirada en sus ojos solo mostraba que estaba en serio con lo que acababa de decir.
—Así que ahí lo tienes hermanita, Anastasia no va a volver para tomar nada. Ni en esta vida ni en la siguiente.
—¿Cómo conseguiste que todo lo que pertenece a la familia Harrison estuviera a tu nombre? ¿Padre sabe sobre esto? —preguntó ella, con el ceño fruncido en confusión.
La sonrisa burlona en los labios de Jack se estiró aún más.
—Un mago nunca revela su secreto. Y en cuanto a si Papá lo sabe... pronto lo sabrá. Pero mientras tanto, puede disfrutar de sus últimos días pensando que es el cabeza de la casa —respondió.
Girándose de nuevo hacia su armario, agregó:
—Selene no tiene pruebas contra nosotros si resulta ser Anastasia, así que estamos seguros. Nada saldrá mal.