Sang Shixi me soltó y simplemente aproveché la situación para tumbarme en la alfombra, que de todos modos era muy suave y cómoda para recostarse.
Supongo que Sang Shixi estaba atónito; su familia es de noble cuna, y las mujeres con las que ha tratado siempre fueron damas de la alta sociedad. Incluso si en el fondo fueran arpías, jamás se atreverían a mostrarlo en la superficie.
Debe ser que nunca antes había visto a alguien como yo. Debo hacerle saber que casarse con alguien del pueblo común termina así.
Mientras yacía en el suelo mirándolo, el tipo guapo de verdad que era otra cosa. Se inclinó, enfrentándome, y su rostro se mantuvo tan cincelado y atractivo como siempre sin desmoronarse.
—Xia Zhi —su voz era súper fría, súper impaciente—, este es el primer día de nuestro matrimonio, y si quieres mantenerte en pie en esta familia, lo mejor es que sigas las reglas.
Simplemente no seguiré las reglas. ¿Qué puede hacerme?