Después de que los organizadores del evento calmaran la conmoción, asegurando a todos que todo estaba bien y que el evento había vuelto a su curso, la ceremonia de premiación comenzó para honrar a aquellos que habían surgido victoriosos en sus respectivas categorías.
Hera, Xavier y Zen fueron escoltados al frente de la fila, situándose junto a los otros ganadores justo debajo del pequeño escenario donde la escalera de clasificación estaba prominentemente exhibida.
El anfitrión comenzó expresando gratitud a todos los asistentes, extendiendo palabras de cortesía principalmente hacia los patrocinadores y figuras influyentes que apoyaron el desarrollo de la competición. También reconoció la dedicación de todos los participantes, elogiando a los criadores y entrenadores de caballos por su trabajo ejemplar en la cría y el mejoramiento de corceles excepcionales.