Rayven luchaba contra las sombras mientras mantenía un ojo en Constantino y Skender. Estas sombras no eran fáciles de combatir, como si Constantino les hubiera dado un entrenamiento especial. Tener a Blayze con ellos era una gran ventaja. El demonio se transformaba en una gran bestia fea cada vez que su ira lo dominaba. Aplastaba al enemigo con facilidad. El único problema era que también podía ser un peligro para ellos y debía ser evitado en su forma de bestia. La rabia lo cegaba.
Skender fue de más utilidad de lo que esperaba. Estaba perdiendo la razón hasta que Skender llegó con el plan y pudo incluso entrar en la casa de Constantino, lo que sorprendió a todos.
Mientras luchaba vio a Constantino parado solo y se preguntó qué le había pasado a Skender. ¿Hicieron un trato y resolvieron el problema? ¿Fue a buscar a Angélica?