Verónica se mordió el labio inferior —no puedes salirte con la tuya siempre, lo que le has hecho, un día, Tiana despertará y sabrá todo lo que le hiciste.
Gwen sonrió —¿Y quién dice que va a despertar alguna vez?
Los ojos de Verónica se desorbitaron ante las palabras de Gwen —Los médicos dicen que no saben cuándo va a despertar, ¿qué te hace pensar que no va a dormir para siempre?
Gwen rió al ver el miedo que cruzó por los ojos de Verónica —Ahora, ¿no crees que deberías pensar en tus decisiones antes de ponerte en mi contra? En este momento, sin pruebas, ¿quién crees que Nicklaus le creería, a ti o a mí? Parece que te has olvidado muy pronto quién es Nicklaus, ¿crees que él querría escuchar tu versión de la historia cuando le diga que intentaste envenenar a su esposa?
Verónica negó con la cabeza, la ira creciendo dentro de ella —Eres... eres la maldad pura.