—¿Y qué si la escondió? ¿Acaso no puedo encontrarla? —La Anciana Señora Fu se burló—. Esa pequeña zorrita no puede pensar que con Fu Ying protegiéndola, puede descansar tranquila, ¿verdad? Este asunto no es solo asunto de nuestra familia, ¡sino también de la familia Qu!
—La Tía Yun estaba atónita—. Anciana Señora, ¿piensa decírselo a la Señora Mayor Qu?
—Sí, ella tiene que encargarse de este asunto. Qu Ru es de la familia Qu y a la familia Qu nunca le ha gustado. Ahora que su error ha involucrado a nuestras dos familias, si la Señora Mayor Qu no la maneja adecuadamente, ¡no lo dejaré pasar! —La Anciana Señora Fu estaba muy enojada.
Ella tenía una buena relación con la Señora Mayor Qu. Cuando era joven, la Señora Mayor Qu tuvo una hija que fue secuestrada. Durante ese período de tiempo, la Anciana Señora Fu la acompañó a buscarla y la consoló.
Ahora que Qu Ru había hecho algo así, la Anciana Señora Fu creía que la Señora Mayor Qu definitivamente estaría de su lado.