Fu Ying no pudo evitar reír al escuchar las palabras de Mo Rao
—¿No puedes tener más dignidad? ¿Te casaste conmigo solo para comer y beber?
—¡Por supuesto que hay más que eso! —bufó Mo Rao—. Lo hice por la libertad. No entiendes.
—Ah, por la libertad. ¿Y luego? ¿Qué más? —Fu Ying parecía entender.
Mo Rao estaba atónita y confundida.
—¿A qué te refieres? —preguntó.
—Aparte de comer y beber, ¿no hay nada más que deseas? —Fu Ying recordó con paciencia.
Mo Rao reflexionó por un momento.
—¡Sí, quiero donar tu dinero por todos lados! ¡Quiero donar tu dinero hasta que quiebres!
Fu Ying se quedó sin palabras.
Esta línea de pensamiento era, de hecho, extraña.
¿Podría ser que esta chiquilla realmente iba tras su dinero?
Mo Rao lanzó una mirada a Fu Ying.