—Está bien, está bien, está bien. No puedo ganarles —Al ver al adulto y al niño que estaban de su lado y en su contra, les lanzó una mirada resignada. Al mismo tiempo, le recordó a su hijo:
— Joy, habrá mucha comida buena en el banquete. Pero, el banquete es en la casa de alguien más. Es diferente al nuestro. Si quieres comer algo, avísame. Lo traeré para ti. Si no, los demás dirán que estás siendo grosero.
—Está bien, está bien —Aunque Joy no entendía del todo las palabras de Zhao Youlin, asintió y le respondió obedientemente.
Zhao Youlin sonrió mientras le acariciaba la cabeza. Joy miró hacia abajo y comió unos bocados de arroz antes de levantar abruptamente la mirada y girar la cabeza para enfrentarla.
—¿Qué sucede ahora?
—Mami, mencionaste que mañana me llevarías al outlet. Abuela también lo ha escuchado. No puedes romper tu promesa —Joy le recordó a Zhao Youlin con cautela. Temía que Zhao Youlin rompiera su promesa.