Gu Weiwei no podía quedarse quieta, después de escuchar a Fu Shiqin hablando sobre Fu Hanzheng dando órdenes a sus hombres, para buscar a la Familia Yuan y a ella misma.
Así que cuando nadie prestaba atención, se escabulló en el estudio.
Fu Hanzheng estaba al teléfono y se sorprendió al verla. Luego terminó la llamada y dijo: «¿Qué pasa?».
Después de que regresaron a la mansión antigua, ella seguía aislándose de él como si intentara evitar ser devorada pero ahora, había llegado a su puerta por voluntad propia.
Gu Weiwei le mostró el café y el pastel que había traído y dijo: «Me di cuenta de que comiste muy poco en la cena, así que vine a traerte algo de comida».
Fu Hanzheng colgó el teléfono y sonrió.
«¿Ya no intentas esconderte de mí?».
«¡Sigues acorralándome y besándome!» —Gu Weiwei dejó la comida y resopló.
Fu Hanzheng extendió sus manos y le pidió que se sentara en sus brazos.
«Si no estuvieras aquí con la Abuela, no tendría que andar a escondidas».