—Los ojos de Song Ling estaban llenos de decepción mientras miraba a Jiang Yue —¡Pretendías preocuparte por Yuyu frente a mí, pero a mis espaldas eras tan maliciosa!
—Después de que Niu Shan fue liberado, no pudo dejar de toser —recuperando la compostura, habló rápidamente—. Jiang Yue es una mujer viciosa. Me presentó a Song Yu y luego me ordenó que la violara, diciéndome que podía hacer lo que quisiera...
—Jiang Yue rugió de ira —¡Cállate!
—Los ojos de Song Ling estaban rojos de sangre mientras decía seriamente —¡Creo que la persona que necesita callarse eres tú!
—Lágrimas corrían por el rostro de Jiang Yue mientras miraba hacia arriba a Song Ling con una cara pálida y lastimera —Hermano Song Ling, yo...
—Song Ling soltó una risa burlona —Ya no creeré nada de lo que digas.
—Al terminar de hablar, se dirigió a Zhao Xuan y ordenó —Organiza para que encierren a Jiang Yue.
—Zhao Xuan respondió rápidamente —Sí.