Tragando saliva, Nina giró su rostro un poco y encontró a Valerie sentada en el suelo —¡Valerie!
Se apresuró hacia ella y luego buscó agua alrededor. Sonó el timbre de su pequeño estudio y esperó a que llegara la ayudante.
—¿Estás bien? ¡Quédate conmigo! —Los ojos de Valerie estaban pegados a la pantalla. Antes de venir aquí, les había pedido que fueran sus testigos. Y ahora alguien intentaba matarlas sin piedad.
Según las noticias, fueron llevadas inmediatamente al hospital.
***
Los ojos de Valerie parpadearon al abrirse mientras alguien le daba unas palmaditas suaves en las mejillas. Parpadeando, vio a Nina inclinada sobre ella, rociando suavemente agua en su rostro.
Su cabeza latía y por un momento, todo se veía borroso. Frunció el ceño, mirando a su alrededor confundida, tratando de recomponer dónde estaba.
Los labios de Nina se movían, pero Valerie no podía entender lo que decía. Su mente aún estaba nublada, las palabras sonaban de alguna manera amortiguadas.