—Punto de vista de Asher Frostblade.
Unos días después, finalmente habían llegado al reino de las hadas; sin embargo, aunque estaban por entrar, el lugar en sí era pequeño pero también grande.
Ciertamente es increíble; sin embargo, Asher mantuvo la calma. Todo en este lugar podría ser incluso su propia muerte si hacía algo que no debía hacer.
Asher lo sabía, y por lo tanto, evitó ver a su alrededor.
Todo era pequeño; sin embargo, a una escala de tamaño como el largo y ancho de una ciudad, el reino de las hadas es gigante.
Por supuesto, Asher había visto solo un poco; sin embargo, no miró todo a su alrededor.
El lugar daba una sensación de temor.
Sin embargo, controló sus emociones.
Cefir entonces habló.
"El castillo de la reina está en la cima del árbol del mundo."
"Entonces, tenemos que subir el árbol."
"No."
Cefir entonces miró a Asher y Gloriana.
Haciendo un gesto con sus manos, Cefir chasqueó los dedos y entonces...
Sonido sordo.
De pronto estaban en otro lugar.
"Teletransportación", pensó Asher.
Sin embargo, era diferente. Asher no sintió que el maná se distorsionara, por lo tanto, no era una teletransportación o algo similar.
Más bien, es como si hubieran viajado a una increíble velocidad.
"Esperen aquí."
Asher miró a Cefir, y justamente detrás de ella se alzaba un gran castillo. El castillo no era demasiado grande; tenía un tamaño equivalente a una casa de unos cinco metros de alto y unos diez metros de ancho.
Sin embargo, el castillo era básicamente igual o parecido a un castillo normal como el de los humanos; no se diferenciaba en casi nada, solamente su tamaño.
Cefir entonces se fue por unas puertas en el castillo.
Había unas hadas justamente frente al castillo mientras miraban al dúo que estaba fuera.
"¿Por qué nos miran?"
"Quizás no les agradamos."
Sin embargo, no había respuesta.
Las hadas eran completamente nuevas para Asher; apenas unos días atrás supo de la existencia de estas hadas.
"Mmm."
Una de las hadas, que parecía un tipo de guardia o un caballero de los típicos que cuidan la entrada de los castillos, se acercó a los dos.
"¿Por qué hay unos humanos aquí?"
"Eh, Cefir nos trajo."
"¿Eh, la señorita Cefir?"
"Así es."
El hada parecía incrédula, pero Asher no le prestó atención.
De hecho, todo desde que llegó a este lugar era raro.
No estaba acostumbrado; a pesar de estar en este mundo, era realmente difícil acostumbrarse.
Pero Asher entendió.
"Puedo morir."
Sin embargo, Cefir dijo que no podría morir dependiendo de sus acciones.
Por lo tanto, Asher se mantuvo quieto. No haría preguntas, y si le preguntaban algo, entonces respondería con toda sinceridad.
Después de esperar unos minutos.
Clank.
La puerta se abrió y salió Cefir.
"Entren."
"..."
"..."
Asher y Gloriana se miraron.
Luego miraron la entrada al castillo. ¿Cómo demonios podrán entrar en ese lugar?
Era tan pequeño que solamente un gato o un cachorro podría entrar, pero Cefir...
"¿Cómo entramos?"
"..."
"Por la entrada", contestó ella.
"..."
Sin embargo, Asher seguía confundido. ¿Cómo pueden entrar en un espacio tan pequeño que solamente las hadas pueden caber ahí?
"Mi tamaño..."
"Solo entra y ya."
A eso Asher no pudo reclamar. Se acercó a la puerta, extendió su mano, y de pronto, como si el maná lo agarrara, Asher empezó a sentirse raro.
"¿Qué demonios...?"
Sin embargo, su visión se volvió borrosa, pero rápidamente abrió los ojos, y lo que vio frente a sus ojos fue un pasillo decorado.
"¿Qué...?"
Justamente en ese momento miró hacia atrás y pudo ver a Gloriana, que de repente apareció de la nada.
"Eh, Asher, ¿qué fue...?"
"Los humanos se encogen cuando entran aquí", dijo Cefir, saliendo detrás de la puerta.
Sin embargo, Asher se sorprendió al ver que Cefir tenía su misma altura. Parecía un humano con su altura normal; sin embargo, se dio cuenta de todo.
"Entonces somos pequeños aquí adentro."
"Así es."
Aunque sorprendente, Asher aún no entendía bien todo el asunto.
No solamente las hadas pueden darle masa al maná, también tienen habilidades completamente extrañas y diferentes de las que él ha visto antes.
Sin embargo, Asher aún no había visto ni siquiera una pequeña parte de todas las habilidades existentes.
Por otro lado, Gloriana parecía alegre.
"Increíble, si tuviera este tamaño afuera sería un hada."
"..."
Asher no pudo decir nada ante su comentario; sin embargo, era sorprendente.
¿Cómo puede reducir su tamaño así de fácil? Sin embargo, no sintió ninguna habilidad o alguna forma de que su tamaño se redujera así de la nada.
"Síganme."
Cefir habló cuando empezó a avanzar.
Asher y Gloriana la siguieron.
A decir verdad, Asher notó que todo el lugar era parecido al castillo de la familia real: mismo pasillo y decoración, al igual que los largos pasillos interminables a los que Asher estaba acostumbrado.
¿Qué demonios son las hadas exactamente?
Asher entonces pensó.
"Su fuerza, sus habilidades y su inteligencia..."
Esta especie era realmente increíble. Apenas Cefir es así de fuerte, y no es la reina.
Entonces eso también aplica a la reina; si ella es la reina, entonces también es fuerte. Sin embargo, ¿qué tan fuerte es?
¿Será posible que sea igual de fuerte que un décimo círculo?
"Imposible."
Era realmente imposible que fuera demasiado fuerte; un poder del décimo círculo era comparable, incluso es llamado un poder que solo los dioses pueden tener.
Aunque quizás, y solo quizás, la reina Ada sea así de fuerte como un décimo círculo o un poco inferior.
Pero Asher, solo por ver las habilidades de Cefir, podía decir que la reina Ada tenía un inmenso dominio sobre su poder, habilidades que Asher no podía ni imaginar, y por supuesto, su control de maná.
Asher estaba ansioso por ver a la reina Ada, pero también estaba nervioso.
Un movimiento rápido y Asher estaría muerto; quién sabe cómo es la personalidad de las hadas. Cefir al principio parecía una niña, pero de pronto cambió a un tono frío.
Esto confundió a Asher, pero ¿qué podía hacer? Las hadas eran algo nuevo para él.
Después de unos segundos de camino, Cefir se detuvo, luego se acercó a una puerta y lentamente la abrió.
Lo primero que Asher sintió fue un escalofrío. El maná... Era simplemente espeso, como si la fuerza gravitacional tuviera toneladas de peso encima que empujaban el maná hacia abajo.
Asher tragó saliva; empezó a sentirse nervioso, sin embargo, mantuvo la compostura.
Miró a Gloriana; ella estaba de igual manera, entonces le agarró la mano.
Ella lo vio; entonces Asher le dio una pequeña señal, y ella entendió.
Sea lo que sea que la reina quiera, ellos dos deben hacer caso y no hacer nada inútil.
Tap.
Entonces dio un paso, y la presión se hizo más fuerte.
"Mi reina, traje a los dos humanos que llegaron."
En ese momento, la presión del maná desapareció.
Entonces, una voz llegó a los oídos de ambos.
"Humanos, hace tiempo que no venían."
Asher se sintió asfixiado; la reina de las hadas era increíblemente fuerte.
Asher entonces lo supo en ese momento.
Si hace algo realmente inútil, todo acabaría. La reina Ada no parecía del tipo de personas que sean tranquilas; su tono de voz parecía que estaba un poco enojada.
Sin embargo, Asher dio un paso más y entonces entró al lugar. Era igual a como el salón real del castillo Mengral, sin embargo, solo había un trono al final, y estaba siendo ocupado en ese momento.
"Ella es... La reina de las hadas."
Era diferente; su color de cabello era oscuro, al igual que su piel. Sus pupilas eran grises, tenía una corona adornada con cristales negros que emanaban un inmenso maná, y estaba vestida con un vestido oscuro.
Ella realmente daba la sensación de que era la reina de la oscuridad; sin embargo, ese fue un nombre que Asher acababa de pensar.
"¿Acaso ella es...?"
"La reina de las hadas fue mi compañera."
La voz de Encrid volvió a llegar a sus oídos.
"¿Qué? Entonces, si fue tu compañera..."
"Sí, ella es, por lo menos, un décimo círculo; tienes enfrente a un ser con el poder de un décimo círculo."
"Sin embargo, es más débil que un décimo círculo verdadero."
Aunque no sea un verdadero poder del décimo círculo, solamente su mera presencia daba la sensación de que nadie podía sobrevivir a ella.
Asher lo sentía; si la reina de las hadas llegara al mundo de Alpheas, entonces sería el ser más fuerte de todo el mundo; sin embargo, ella está en este mundo, el mundo de las hadas.
"Déjame salir."
"..."
Ante las palabras de Encrid, Asher se sorprendió.
Miró a su derecha; Gloriana estaba ahí, justamente a su lado, mirando fijamente a la reina de las hadas.
"¿Estás seguro?"
"Sí, hazlo; de todos modos, en algún momento tu amiga me vería."
Asher no entendió sus palabras, sin embargo, pudo entender algo.
"Entonces, estás planeando revelar información de la magia de la luz en algún momento."
Fue su idea, y aunque fue solo una suposición, sin embargo, podría ser el caso, aunque Asher no lo podía saber del todo.
Fue entonces que su maná se movió, sin embargo, en ese momento, una gigantesca presión cayó sobre él.
"Keuk..."
Fue completamente aplastado. Miró a los ojos a la reina, y entonces su mirada oscura estaba fija en los ojos de Asher; su rostro estaba increíblemente frío.
Sin embargo, Asher no se detuvo y logró hacer que su maná llegara al tatuaje con forma de luna.
"Ese maná..."
La voz de la reina llegó a los oídos de Asher.
En ese momento, una cortina de maná oscuro apareció. Lentamente tomó forma, y justamente apareció una figura con rasgos oscuros y ropa oscura.
Era Encrid en su forma humana. La presión que caía sobre Asher desapareció, y de pronto la voz de la reina resonó en todo el lugar.
"Encrid... ¿Eres tú...?"
"Tiempo sin verte, Elizabeth."
Asher se sorprendió; sin embargo, mantuvo la calma.
De un momento a otro, la reina cambió su actitud a una nerviosa pero también aliviada; era como si ella estuviera mirando a alguien que realmente apreciaba mucho.
"Este idiota era amable", pensó Asher.
"¿Quién es...?"
Gloriana habló.
"Te explico más luego, primero miremos qué sucede."
***
—Cambio de escena.
—Punto de vista de Encrid Frostblade.
Encrid salió de la cabeza de Asher; rápidamente, el maná hizo que tomara una forma, y entonces salió con una forma humana.
Miró fijamente a la reina; su nombre es Elizabeth, y entonces Encrid habló.
"Tiempo sin verte, Elizabeth."
Sin embargo, Elizabeth se mostró en shock.
Después de unos segundos, ella volvió a hablar.
"¿Cómo estás... vivo?"
"En realidad, no estoy vivo; soy solo un alma que fue transferida a una espada y puedo tener un cuerpo por el maná de mi sucesor."
"¿Sucesor?"
Ella miró a Asher, entonces Encrid habló.
"Sí, han pasado bastantes cosas y finalmente mi sucesor me encontró."
"Es así, pero ¿cómo es que transferiste tu alma a una espada?"
"Hice lo mismo cuando creé las siete armas."
"¿Qué? Entonces, ¿era posible usar también tu alma?"
"Así es."
Ella parecía sorprendida.
Sin embargo, Encrid mantuvo su mirada fría, algo que Elizabeth notó, aunque no dijo nada.
Ella conocía la personalidad de Encrid, y por supuesto, Encrid fue alguien que la ayudó en el pasado.
"Pero, Encrid... El mundo Alpheas..."
"¿Qué sucede?"
Encrid mostró más seriedad.
Miró a Asher y entonces, hizo un gesto con la mano. De pronto, el maná rodeó a Elizabeth y a él en una cúpula redonda.
"Estamos aislados, así que dime, ¿qué pasará en el mundo Alpheas?"
"Habrá una cuarta grieta dimensional."
"..."
"Espera, ¿eso es verdad? Los dioses vinieron de la primera grieta dimensional, pero ¿me dices que hubo más de una?"
"Creí que lo sabías. La segunda grieta apareció hace mil años, la tercera hace 500 años, y ahora la cuarta será dentro de ocho años."
"Tiene una sincronía, pero la primera grieta, cuando salieron los siete dioses, apareció hace diez mil años. ¿Por qué estas otras surgieron hasta hace muy poco y ahora viene una nueva?"
Encrid se mostró impaciente.
En realidad, en este momento han aparecido cuatro grietas: la primera, con la aparición de los siete dioses; la segunda, con monstruos más fuertes; la tercera, con dragones; y ahora una nueva grieta.
Encrid simplemente no lo creía.
Si es verdad, entonces tienen una idea vaga de lo que saldrá de la grieta esta vez.
"¿Recuerdas lo que dijo el dios que tú mataste?"
"Así es, dijo que en algún momento él vendría, pero no sabía a qué se refería."
"Exacto. Es solo una suposición, pero... un ser divino podría salir de la nueva grieta."
"Imposible, solo existían siete; es imposible que aparezca uno nuevo."
Sin embargo, Encrid no lo negó por completo.
El último dios en pie, al que Encrid mató, dijo unas últimas palabras sobre que alguien más llegaría.
Sin embargo, Encrid en ese momento no entendió a qué se refería ese dios, pero ahora podría tener una idea.
"Un monstruo con el poder de un dios."
"Es posible, pero no estoy segura," respondió Elizabeth.
Sin embargo, todo esto era confuso para Encrid.
"Bien, digamos que saldrá un monstruo con un poder similar al de un dios."
"Puedes decirlo así."
Pero Encrid estaba absorto ante la idea; sea lo que sea que salga esta vez, eran solo conjeturas. Solo el día en que la grieta se abra todo será revelado...