Fil soltó un gruñido cuando recuperó la conciencia. Aún antes de poder abrir los ojos, el doloroso latido en su cabeza la asaltó.
—Ugh… intentó abrir los ojos, parpadeando débilmente hasta que su visión se aclaró.
El lugar en el que despertó estaba oscuro, pero debido a la luz de la luna que se asomaba por las pequeñas ventanas rotas, pudo estimar cuán amplio era el lugar. Supuso que era un almacén abandonado o simplemente un gran garaje. No estaba segura, pero de lo que estaba segura era de que estaba atada a la silla.
—Hah… exhaló, dejando caer la cabeza. '¿Quién podría haberle hecho esto?'
Fil cerró los ojos y tomó otro profundo respiro. Reunió sus fuerzas e intentó liberarse de la silla. Pero lamentablemente, sus cuerdas estaban firmemente tejidas y no había forma de que pudiera liberarse sin otros objetos.