—No había terminado de hablar con tu madre —Anna frunció el ceño al hombre que estaba a su lado.
—Hablarás con ella en otro momento, ahora tenemos algo importante que atender —él sostuvo sus manos mientras la guiaba fuera de la mansión. El general ya estaba esperando su llegada, Anna y Noah entraron al coche con Lola, que también había estado esperando mientras se marchaban.
—¿Qué está pasando? —Anna susurró al lado del oído de Noah. No sabía por qué de repente estaba tan asustada por todo esto. Algo no estaba bien y no tenía idea de por qué.
—Llegaremos a la mansión para recoger a tu tía antes de partir —dijo él.
—¿Qué está pasando, Noah? —Anna preguntó de nuevo, su corazón latiendo con fuerza. No podía pensar en nada pero sabía que algo estaba sucediendo.
—Tu abuelo tuvo un pequeño accidente y está en el hospital ahora mismo —las palabras de Noah hicieron que el corazón de Anna diera un vuelco.