Evie Stanton
Campanas de boda.
El día que toda chica quería, o eso me dijeron. Una boda grande y extravagante. Alarde de estatus en los rostros de la gente común. Todo lo que mi madre pensaba que una niña debería desear.
Odié todo eso.
El vestido demasiado grande, la enagua forrada con encaje blanco y una jaula de acero para soportar el peso del mismo. Nada de eso me parecía propio, excepto el escote abierto donde revelaba mis cicatrices. Los usé con orgullo. Prueba de aventura. Una parte de lo que soy.
Y mi madre odiaría que los mostrara. Bien. Que se joda.
A la mierda todo lo relacionado con este día.
Pero seguiría adelante.
Me acercaría al altar, Richard me guiaría y me delataría. Mi padre no, no merecía ese título. Besaría los finos labios de Robert y saborearía su aliento manchado de tabaco. Firmaría ese maldito papeleo, vendiendo mi alma a esta vida.
Y luego sacudiría todo el maldito reino.