Dentro del espacio misterioso.
Ren Feifan no tenía prisa por salir, no pensaba que Hattori Morizang esperaría en el Palacio del Tesoro durante varias horas. Sin duda, registrarían la ciudad en busca de él.
El espacio misterioso era la mayor confianza actual de Ren Feifan; podía esconderse en él bajo cualquier circunstancia.
La única desventaja era que no podía contener a otras personas, porque no admitía seres vivos.
Pero había una excepción: el huevo.
Aunque el huevo estaba vivo, podía entrar en el espacio misterioso.
Parecía que todavía no entendía completamente este espacio misterioso.
Dentro del espacio, después de cultivar durante un tiempo, Ren Feifan comenzó a estudiar los tres grandes artefactos que había obtenido de la Nación del Océano Este.
Lo que más le desconcertaba a Ren Feifan era aquella pieza de jade.
Aunque no sabía de qué material estaba hecho el jade, daba una sensación cálida y fresca al sostenerlo en la mano.