—La cara entera de Liu Shijie se había oscurecido —Girando la cabeza, se dio cuenta de que no muy lejos de él se encontraba un hombre guapo. Enfadado, fulminó con la mirada a Ren Feifan y espetó:
— ¡Chico, quién coño eres? ¡Lárgate de aquí!
—Ren Feifan se levantó y se sacudió el polvo, respondiendo con desenfado:
— Disculpas, pero soy el guardaespaldas de Shi Han.
—¿Tú, este niño bonito, eres el guardaespaldas? —Liu Shijie, que miraba a Ren Feifan con condescendencia, lo escaneó de pies a cabeza y luego echó un vistazo a su propio guardaespaldas. Inmediatamente estalló en carcajadas:
— Así que esta cara bonita es un guardaespaldas ¿eh? Debe de ser una porquería.
—Sí, ese soy yo. Pero el que no vale aquí eres tú —Ren Feifan replicó con calma.