Todos en la Hermosa Salvación estaban atónitos.
La familia Dawn miraba a William Cole como si estuvieran soñando.
La mirada de Ruth era increíblemente compleja. Descubrió que después de su divorcio, los impactos y sorpresas que William Cole le propiciaba eran cada vez más numerosos.
¿Por qué no se habían dado cuenta cuando estaban casados?
—¿Por qué sigues ahí parado? —preguntó William Cole.
—Paga —dijo el Joven Maestro Kramer, extendiendo una mano.
—No me digas que quieres retractarte —William Cole interrumpió—. Aunque quieras retractarte, siempre y cuando admitas que tú, Joven Maestro Kramer, tienes deudas y no las pagas, te dejaré pasar por este cien mil millones.
William Cole le estaba dando al Joven Maestro Kramer una de su misma medicina.
La cara del Joven Maestro Kramer estaba roja de vergüenza, deseando encontrar una grieta en el suelo para esconderse.
—William Cole, no te pases —rogó.