—No vamos a filmarlo nosotros mismos. ¿Acaso van a servírnoslo en bandeja? —preguntó Jessica Flack.
—Olvidas que el hotel ya está equipado con vigilancia —Basil Jaak se rió.
—Pero no nos lo van a dar, ¿verdad? —Jessica Flack frunció el ceño—. Creo que estos grandes hoteles todavía tienen algo de ética profesional.
—Exacto, el hotel ciertamente no nos entregará su material de vigilancia así como así, pero tal vez la persona a cargo sea una historia diferente —Basil Jaak susurró al oído de Jessica Flack—. Si encontramos a esa persona, creo que puedo convencerlo para que coopere.
Jessica Flack miró hacia arriba a Basil Jaak, murmurando —Entonces te dejo esta tarea.
—Jeje, no hay problema, siempre y cuando el señor Flack me recompense —Basil Jaak se inclinó traviesamente para darle un beso, sus labios encontraron los de Jessica con una sonrisa encantadora.
—Mmm mmm... —Jessica empujó a Basil, con las mejillas sonrojadas—. ¡Canalla, siempre aprovechándote de mí!