Por la tarde...
Mientras Bella y Tristan charlaban en la cama y se acurrucaban después de cenar, el teléfono móvil de Bella sonó de repente.
—¿Quién te llama a estas horas? —la voz de Tristan transmitía claramente su disgusto por atreverse alguien a llamarla.
Bella se levantó inmediatamente y agarró su teléfono móvil de la mesita de noche. —Es el abuelo —le respondió a Tristan.
Contestó el teléfono mientras se sentaba en el borde de la cama.
—Hola abuelo, ¿todo bien? ¿Por qué me llamas a estas horas? —Bella echó un vistazo al reloj digital en la mesita de noche; eran las nueve.
Una sensación de preocupación se fue apoderando poco a poco de su corazón. Temía que algo le pudiera haber pasado a su abuelo, que actualmente estaba en Ciudad Este.
—Bella, lo siento por llamarte tan tarde. Pero necesito verte ahora. ¿Puedes venir a mi casa ahora?