—No soy la misma persona que te ignoró durante años, a pesar de que fueras su esposa. Porque ahora, soy yo quien se ha enamorado de ti. Así que, Arabella Donovan, permíteme perseguirte de vuelta a mis brazos. Perseguirte para que me ames, y yo pueda amarte más...
Bella no pudo ocultar cuánto la habían tocado sus palabras. Su sonrisa primaveral enmarcó lentamente su rostro feliz.
Ella abrió la boca para decir algo, pero cuando vio que el rostro de Tristan se acercaba, cerró lentamente los ojos mientras se imaginaba a él besándola.
Su corazón comienza a hacer un sonido extraño otra vez. ¡Badam! ¡Badam! ¡Badam!
Empieza a recordar este sentimiento. Es la misma sensación que tenía cuando estaba locamente enamorada de él.
Bella no sabía cómo reaccionar ahora. Nunca se había imaginado que su estado siempre había sido el de esposos. Tristan en realidad nunca había completado su intención de divorciarse de ella.