Kapitel 25: Capítulo 25
Norman Osborn una vez más había llegado al laboratorio secreto, estos últimos tres días habían sido extremadamente estresantes para él, incluso más que en ocasiones pasadas. La junta directiva lo había despojado de sus derechos de mando abligándolo a tomarse unos días de descaso, cuando intentó ingresar a la torre Oscorp había sido detenido por los guardias de seguridad.
Eso había sido lo más humillante que Norman alguna vez recibió, impidiendo que entre al lugar que lleva su nombre y del que dedicó tiempo y recursos había sido más que una simple humillación, eso era escupir en todo su trabajo y esfuerzo.
Sumando a esto que no había recibido noticias por parte del Dr. Mendel la vida de Norman estaba cayendo en picado, al menos así lo sentía él mismo, si no fuera por la información dada por el ayudante del Dr. Mendel no sabría nada del avance que se había tenido en los últimos días. Nels Van Adder era su informante desde los últimos años, gracias a él Norman se enteró que el Cazador había recibido una dosis de un suero relativamente estable.
En su mente revuelta Norman comenzó a pensar en una posible traición por parte del Dr. Mendel, ¿por qué más no le informaría de los resultados del suero aplicado al cazador?
Lo cierto es que el doctor Mendel si había escrito un extenso informe y se lo había enviado, debido al estrés de los últimos días Norman había dejado de lado varios documentos y no los había leído hasta ahora. Dentro del informe el Dr. Mendel detallaba las mejoras de la fórmula y también comentó acerca de las muestras que el cazador le había proporcionado al aplicarse el suero de la fórmula F.
Nels Vann Adder en ningún momento traicionaba al Dr. Mendel al darle información a Norman, este solo le daba un resumen de lo que previamente el Dr. Mendel ya había escrito en los informes enviados días atrás así como también una información extra que el Dr. Mendel no agregaba a los informes pues creía que era poco relevante.
El Dr. Mendel también era consciente de la comunicación que Norman tenía con su ayudante y pupilo, pero esto no provocó que el doctor desconfiara. Al contrario le confío varias tareas para que este le informara a Norman convirtiéndose así en un puente de comunicación en las ocasiones en las que el Dr. Mendel estaba muy ocupado para informar él mismo.
La paranoia se arraigó fuertemente en la mente de Norman, poco a poco de manera lenta comenzó a desconfiar de aquellas personas que lo rodeaban. Dentro de su mente creía que todo se trataba de un elaborado plan para despojarlo de todas sus pertenencias y propiedades, de solo imaginar que todo por lo que había trabajado sin descanso incluso por lo que descuidó a su amada esposa estaba siendo tomado por otros lo enloquecia.
El rencor de su corazón nublaba su juicio y lo hizo despertar cierta extraña personalidad retorcida que hasta ahora no sabía que ocultaba encerrándola en una jaula de moralidad, pero aquella prisión rápidamente comenzó a corroerse en los últimos días por sus intensas emociones negativas.
Norman se sentó inquieto en la oficina del Dr. Mendel esperando a que este llegara después de su convocatoria, cuando estaba a punto de perder la paciencia el Dr. Mendel entró a la oficina, en realidad el Dr. Mendel no lo hizo esperar por mucho tiempo, la larga espera fue parte de la distorsionada percepción de Norman.
Sin esperar a que el Dr. Mendel hablara Norman se puso de pie y dijo. —Bastas de charla sin sentido doctor. Ya no hay más tiempo, necesito el suero resultado de la fórmula G. Confiando en sus capacidades estoy seguro que con la sangre de Spider-Man logró nuevas mejoras.
El Dr. Mendel se sorprendió al ver a Norman, su apariencia desaliñada y su tono de voz agitado lo hacía paracer más a un adicto en abstinencia que a un jefe corporativo. Aún así el doctor le respondió. —Norman me temo que no es posible, aún necesito más tiempo para balancear la fórmula, actualmente los efectos se han visto potenciados en todos los sentidos, eso incluye también los efectos secundarios que actualmente se han vuelto impredecibles.
La expresión de Norman cambió. —¿Cómo que no es posible? ¡Ya no tenemos más tiempo! ¡Si esperamos más entonces todo lo que construí durante tantos años colapsará!. -Norman tomó al doctor del cuello de su camisa con ambas manos y le gritó. —¡¿Realmente tiene idea de lo que está en juego?! Los militares han retirado su apoyo, los demás accionistas quieren vender la empresa, y ahora usted no me da resultados satisfactorios de la investigación a pesar de invertir millones en estos últimos años.
El doctor Mendel solo pudo guardar silencio frente a las palabras de Norman sintiéndose avergonzado por no cumplir con las expectativas que tenían puestas en él.
Norman soltó la camisa del doctor y bajó la cabeza comenzando a reírse como un loco. El doctor tuvo un mal presentimiento. De pronto escuchó la voz tranquila de Norman. —Dígame doctor ¿entonces se niega a aplicarme el suero?.
El Dr. Mendel suspiró y negando con la cabeza le dijo. —No es que me niegue, en verdad necesitamos más tiempo para hacer más pruebas y mejoras en la fórmula... Pero... si usted está de acuerdo y acepta las consecuencias de la fórmula incompleta entonces haré lo que me ordene.
—Bien, bien. -Norman murmuró estas palabras sin levantar la cabeza. Su tono de voz subió. —Pero necesito la dosis completa, no me sirve la diluida con la que has estado experimentando.
Los ojos del Dr. Mendel se abrieron con incredulidad. —Norman esto ya es un suicidio, tú más que nadie sabe que uso la fórmula diluida porque nadie puede soportar los efectos de la dosis completa. Viendo lo que la fórmula diluida puede hacer solo podemos imaginar que la dosis de la fórmula completa tendrá efectos más que impredecibles, eso claro si en primera instancia logras sobrevivir.
Norman levantó la cabeza y mostró una expresión seria. —Doctor yo cargaré con las consecuencias, las preocupaciones solo déjemelas a mí y usted solo haga lo que le digo.
Al ver el rostro serio de Norman el mal presentimiento no hizo más que aumentar, el doctor Mendel se sintió un poco incómodo por la pesada atmósfera. Pero al no tener razón para dar un paso atrás solo pudo suspirar y responder positivamente a la petición de Norman.
...
El doctor Mendel y su ayudante Nels Van Adder eran los únicos aparte de Norman dentro de la sala. Por ordenes de Norman el procedimiento sería secreto y no habría más investigadores presentes.
Mientas Nels Van Adder preparaba la fórmula G en tanques especiales y en jeringas de inyección automática el Dr. Mendel calibró el equipo y llevó a Norman hacía la cámara especial construida de forma hermética con cristal de alta resistencia. Tras atar a Norman con gruesas cintas de cuero en una mesa metálica el doctor salió de la cámara especial y selló las puertas, entonces miró a Norman en busca de su confirmación para iniciar con el procedimiento.
Norman tomó una profunda respiración y asintió. El ayudante Nels manipuló la consola y activó la secuencia para el inicio del procedimiento. Varias agujas que inyectaron la fórmula G en el cuerpo de Norman perforaron su piel casi de inmediato, Norman solo sintió un frio en todo su cuerpo. Al mismo tiempo un gas de color verde cubrió toda la cámara especial.
En el interior Norman sintió que el aire que respiraba estaba quemando su cuerpo, iniciando desde sus pulmones esta sensación pronto llegó a todo su cuerpo. El frío paso a ser doloroso y pronto se escucharon los gritos de Norman en el interior cubierto por una gruesa cortina de gas.
En el panel de control a través de diversos sensores se mostró en una pantalla los signos vitales de Norman. Todos los números subieron de forma abrupta, los latidos del corazón, la temperatura y la presión arterial estaban muy por encima de lo normal. Nels Van Adder miró al doctor en busca de nuevas ordenes, el doctor dudó al escuchar los gritos de dolor de Norman.
Tomando una fuerte determinación dijo. —Continúa, no podemos detenernos. -el doctor sabía que no podía detenerse, Norman no lo permitiría.
Esta situación duró por varios minutos, hasta que los gritos cesaron. Todos los signos vitales bajaron a niveles alarmantes, los latidos del corazón lento pero constante disminuyó progresivamente. El procedimiento aún no terminaba pero al doctor ya no le importó y por la seguridad de Norman abortó la operación.
El doctor y su ayudante acudieron rápidamente en el auxilio de Norman, no podían permitir que algo malo sucediera. Desataron a Norman y tras varios minutos de primeros auxilios parecieron estabilizar la situación, Norman había caído inconsciente pero aún con vida. Tras ver que Norman estaba fuera de peligro inmediatamente lo llevaron a la sala médica dentro del laboratorio.
Ambos se miraron y dieron un suspiro de alivio. Nels preguntó un poco indeciso. —Doctor, el procedimiento ¿tuvo éxito?.
El doctor Mendel dudó por un momento, aquel sentimiento de incomodidad no hacía más que crecer. Sintiéndose inseguro respondió. —Parece que fue exitoso. -a pesar de sus palabras no había ni una pizca de felicidad en ellas.
Nels notó esto y trató de cambiar el tema del que estaban hablando. —Solo esperemos que el señor Osborn se despierte pronto, creo que esto nos llevará a un paso más de la perfección de la fórmula.
El doctor Mendel asintió, dando una palmada al hombro de su ayudante se retiró. Nels solo pudo ver marcharse al doctor quien parecía estar distraído. Nels caminó en dirección a su oficina para continuar con las actividades pendientes que el doctor Mendel le había asignado.
Cuando la sala médica había quedado vacía, libre de toda presencia ya sea de médicos o enfermeras los ojos de Norman se abrieron abruptamente. Sus huesos comenzaron a crujir como si se estuvieran reacomodando y sus músculos se expandieron haciéndolo adoptar una apariencia más atlética.
De pronto Norman soltó una carcajada extraña mientras se levantaba de la cama con un salto, cualquiera que lo viera no tendría palabras para expresarse porque obviamente esos no eran movimientos que un ser humano común pudiera lograr. Con otro salto salió directamente de la habitación y en solo un instante desapareció de la vista.
Minutos después el subterráneo explotó haciendo temblar el suelo, a máxima velocidad una máquina voladora logró salir antes de que poco a poco la tierra colapsara. Esta dejó un gran agujero que rápidamente se rellenó con la misma tierra que colapsaba de los alrededores.
Quien había salido con ayuda de la máquina voladora no había sido otro que el mismo Norman Osborn vestido con un exoesqueleto diseñado y producido por el mismo laboratorio. Todo ocurrió de forma tan abrupta, en cuestión de minutos por alguna extraña razón Norman había destruido todo el laboratorio secreto con ayuda de potentes explosivos.
Así sin más había acabado con cientos de vidas, después de todo Norman era consciente de que solo los muertos podían guardar secretos. Su confianza sobre los demás había flaqueado, y ahora estaba severamente dañada. Al menos le sería imposible volver a sentirse en confianza una vez más, de aquí en adelante siempre viviría con la extrema paranoia de ser en cualquier momento traicionado por sus más cercanos.
Sin mirar atrás toda la muerte y destrucción que había causado salió del lugar con ayuda de su máquina voladora atravesando los cielos riendo a carcajadas como un maníaco.
...
Peter Parker había asistido al festival anual que el alcalde de Nueva York había organizado con el fin de fomentar la unión familiar y las buenas relaciones en un ambiente festivo. Gwen y Peter habían acordado tener una cita para disfrutar de un día alegre y festivo. Llevaba consigo una cámara colgada a su cuello, en cuanto vio algo que le gustara inmediatamente capturaría la vista.
Mientras esperaba a que llegara Gwen había estado pensando en lo que sucedió en los pasados días desde que Spider-Man se encontró con el cazador y escapó del capitán Stacy, por esto último Spider-Man había actuado con precaución y cautela evitando así el acercamiento con otros oficiales.
En sus días de vigilancia como Spider-Man Peter siempre estuvo en guardia contra cualquier otro ataque o movimiento por parte del cazador o enemigos desconocidos. A pesar de que su vida había sido tranquila en los últimos años como héroe, en los últimos días sintió que todo parecía aumentar de dificultad.
No solo estaba descuidando al único miembro de su familia, sintió que había descuidado enormemente su vida personal y amorosa. Sabía que Gwen no lo culparía por no prestarle la suficientemente atención, pero como sea él no podía simplemente dejarla así. Fue por eso que pensó en invitar a Gwen a una cita para compensarla.
En la actualidad Peter era un estudiante de la Universidad Empire State, a pesar de que Gwen también era una estudiante dentro de la misma institución eran pocas las veces que podrían verse. Gwen se encontraba trabajando con el doctor Connors como su ayudante, mientras tanto Peter trabajaba como un fotógrafo de medio tiempo para un periódico relativamente famoso, después de todo era el fotógrafo exclusivo de Spider-Man.
No podía decirse que su trabajo le dejara una gran cantidad de dinero, la verdad es que con su salario apenas y podría alcanzarle para sobrevivir viviendo solo. Pero no se sentía desanimado por esto ya que era lo único conveniente para él, su jefe a pesar de su carácter de pocos amigos en realidad era muy accesible y comprensivo al permitirle la libertad en sus horarios de trabajo. Esa era la razón principal por la que podría decirse que su trabajo era lo único que hasta ahora no había descuidado.
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