—Hola, señor. Soy la hermana de Qiao Mianmian. ¿Puedo preguntar, conoce usted a mi hermana? —Qiao Anxin se negó a rendirse y continuó golpeando la ventana.
Unos segundos después, la ventanilla del coche se bajó lentamente.
Cuando vio al hombre sentado en el coche, Qiao Anxin sintió que su respiración se detenía.
Su corazón también dio un vuelco.
El coche estaba aparcado a la sombra y la ventana sólo estaba medio abierta, pero eso no le impidió mirar al hombre en el coche.
Sólo podía ver su perfil, pero sus rasgos faciales eran muy marcados. Cada línea de su rostro parecía estar esculpida.
Su nariz era muy alta y recta y sus labios finos y sexys. En general, él era más guapo de lo que ella había imaginado.
No solo no era viejo, sino que también era muy joven y parecía tener alrededor de 25 años.