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El tiempo pasaba lentamente y pronto, se cumplió el límite de media hora. La pantalla tembló y Xie Nianqing salió.
En cuanto a la puntuación de Lu Ming, aún estaba estancada pero no salió.
—Realmente puede aguantar. Pero esto son las preliminares, ¿qué sentido tiene aguantar? —Qiu Changkong se rió fríamente.
Sin embargo, al momento siguiente, abrió tanto los ojos y la boca que parecía que podía tragarse una rata muerta.
En la primera tablilla, los puntos estancados de Lu Ming de repente se dispararon nuevamente a una velocidad aterradora.
En el campo, las expresiones de los demás eran similares a la de Qiu Changkong. Todos estaban atónitos.
—¿Cómo es eso posible? ¿Cómo fue eso posible? ¿Por qué los puntos de Lu Ming empezaron a dispararse?
—¿Podría haber estado ocultando su fuerza?
—Eso es imposible, ¿verdad? —La multitud estaba en un acalorado debate, e incluso Jian Fengyun estaba atónito.