Ámbar observó las condiciones de los soldados y una expresión de preocupación apareció en su rostro.
—Esto no va a funcionar… —comentó.
Los soldados que vio tenían ojeras profundas bajo sus ojos. No estaban borrachos; sin embargo, su espalda todavía estaba encorvada y sus hombros colgaban. ¿Qué era peor? Ámbar reconoció a estos soldados. Todos ellos seguían sus órdenes cuando ella era la General. Todos estos soldados estaban una vez llenos de valor y vida, caminaban con la espalda erguida y una mirada brillante en sus rostros. Incluso cuando la situación de la Guerra era mala, los soldados todavía no parecían tan decaídos. Para ser honesta, su situación actual era tan mala que parecían no diferentes de un campesino desnutrido. Ver a sus soldados luciendo tan débiles… Fue un gran shock para Ámbar. Por supuesto, ella había considerado esta posibilidad cuando se fue con Nux; sin embargo, las cosas estarían tan malas… No lo esperaba.