—Ugh... ¿Por qué estoy tan nerviosa hoy...? —Allura se lamentó interiormente.
—¿No es solo un almuerzo normal? —pensó para sí misma.
Estaba realmente confundida y no podía entender sus propios pensamientos.
—¿No es simplemente un almuerzo normal con un joven que conocí hace una semana? ¿Y qué si mi esposo, el rey de este reino no sabe nada al respecto? Todavía es un almuerzo normal, ¿verdad? —Allura pensó internamente y pronto, su rostro se tornó un poco rojo.
—Ugh... Allura, tonta, ¿¡qué estás pensando!? —Allura sacudió su cabeza repetidamente.