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—¡No mientas, puedo decir quién eres!
—¡Todos ustedes son monstruos!
Un delgado espadachín y dos magos estaban de pie frente a Ruxa y Erin. Un Sacerdote del Tercer Círculo y algunos caballeros rodeaban a Bella y Ella por detrás.
Parecía que los clérigos habían descubierto la verdadera naturaleza de estas mujeres usando Detectar el Mal. En ese momento, la mazmorra estaba en caos y aventureros renegados amenazaban con alterar la seguridad de la ciudad. Sentir la presencia de monstruos entre la gente alertó a todos.
—Esa sacerdotisa tampoco es una de las nuestras —gritó una clériga con fervor religioso—. ¡La que obedece la voluntad de Dios no muestra escandalosamente su cuerpo de esa manera!
Perry llevaba ropa que acentuaba sus atractivas curvas. Aunque sus ropajes sacerdotales cubrían su hombro y espalda, estaban abiertos en la parte delantera. Así, su escote, vientre suave e incluso sus largas piernas estaban claramente expuestos.
—Hmph —resopló Perry.