(Registro de guerra, día 15)
Falken Crepúsculo se encontraba al borde del campamento de su clan, sus oscuros ojos se posaban sobre el sinuoso sendero que conducía a su fortaleza en la cima de la montaña.
Esperaba que el ataque llegara tarde o temprano; sus exploradores habían notado que el enemigo estaba reuniendo picos para escalar las empinadas laderas de la montaña y aumentando en número, ya que entendían bien lo que costaría derribar el orbe en la cima de la montaña.
Una expresión de profundo asco estaba marcada en sus rasgos curtidos al ver la marea de mercenarios humanos subiendo por el camino. La sensación de traición colgaba en el aire como una espesa niebla. Estos hombres, que una vez fueron parte de la facción de la luz, habían cambiado de bando por el lado oscuro. Un mercenario, por naturaleza, no tenía lealtades, pero el pensamiento de su traición hacía hervir la sangre de Falken.