—Max, ¿cuánto es tu valor de saciedad? —preguntó Asiva mientras los dos se desplomaban en sus camas.
—72 —respondió Max.
—¿Cuánto era por la mañana? Recuerdo haberte pedido que superaras el 95% —Asiva preguntó.
—96 —respondió Max.
—¿Quemaste el 24% de Saciedad en un solo día? —preguntó Asiva, completamente conmocionada.
Esperó por 30 segundos pero no hubo respuesta del lado de Max.
—¿Max? —Asiva preguntó de nuevo.
Ya que Max no respondió, Asiva tuvo que levantarse y verificar su estado en su habitación, solo para encontrar a Max profundamente dormido.
El entrenamiento había pasado una factura pesada al cuerpo de Max, y se había quedado dormido tan pronto como se acostó en la cama.
La preocupación de Asiva sobre la condición de Max creció, él estaba quemando Saciedad tres veces más rápido que un vampiro normal y sin duda se estaba empujando más allá de sus límites.