—Me quedé dormido —dijo él.
Las rocas volaban en todas direcciones. Las barreras que las dos chicas habían puesto estaban siendo golpeadas por dichas rocas. Mile y Vinea estaban realmente en shock. ¡Esto no era algo que una persona normal pudiera hacer! Un solo puñetazo había destruido toda la montaña.
Mientras el polvo se asentaba, las dos chicas vieron a Blake flotando en el aire en medio de la montaña. Movió su mano, y una gran esfera dorada apareció frente a él. Era aproximadamente dos veces su tamaño y desprendía una energía extraña que ninguna de las chicas había sentido antes.
—¿¡Qué es eso!? —Vinea estaba muy curiosa. Se preguntaba qué habría encontrado Blake.
—No tengo idea, pero la energía parece muy poderosa. ¿Por qué estaría tal cosa dentro de la montaña? —Mile también tenía muchas preguntas, pero solo podía observar mientras Blake metía la gran esfera dorada en una bolsa y volvía a volar hacia ellas.