—An, otro camino a la vista. Hoy estoy tarde con la publicación de estos capítulos. —Actualmente, Lillia y sus hermanas todas tenían sus cabezas alzadas hacia el techo disfrutando de la vista de la suavidad de la piedra mientras silbaban sus canciones favoritas. Uno podría preguntarse por qué hacían tal cosa. Sobre todo porque todas estaban silbando canciones diferentes mientras estaban sentadas juntas y mirando al techo como si fuera lo más grandioso del mundo.