—Permíteme ser voluntario —intervino Bret. Ahora que su capitán lo había aprobado, quería ser el primero en obtener estos nuevos poderes que Blake y las chicas tenían.
—Espera… —Blake extendió su mano—. Debo decirte que esto no es sin riesgos.
—¿Oh? —Mike estaba curioso—. Nunca pensó que Blake les impediría hacer algo y les advirtiera de esta manera.
—Primero, el dolor es como dar a luz multiplicado por cien —Blake comenzó—. Segundo, existe la posibilidad de que te conviertas en un monstruo.
—Espera, ¿estás diciendo que podríamos dejar de ser humanos? —preguntó Mike.
—Correcto. Te convertirás en lo que llamamos engendros. Una especie de monstruo humanoide que quiere comer la carne de otros seres. Son fuertes y duros como el infierno para matar, pero no tienen voluntad propia, solo el instinto de matar todo a su alrededor, incluso a otros engendros —Blake explicó.
—Ya veo… ¿Y la tercera? —Mike reflexionó un momento antes de permitir que Blake continuara.