Un lugar que parece un pueblo ardía en llamas.
Grandes llamas se alzaban en el cielo como tornados llameantes mientras la gente corría por sus vidas.
—¡Corred, el demonio está aquí! —la gente gritaba con un rostro lleno de horror y corría como pollos sin cabeza.
—Argh —un hombre que parece estar en sus veinte cae repentinamente mientras corría.
Intentó levantarse y huir de allí, pero de repente una jaula de fuego le rodeó impidiéndole escapar.
—¿Crees que puedes huir de mí, el gran rey demonio? —un joven salió lentamente del fuego ardiente y se dirigió hacia la jaula de fuego donde el hombre estaba atrapado.
Al ver al joven, una expresión de pánico apareció en el rostro del hombre.
El joven tenía cabello negro, ojos negros y un rostro apuesto. Vestía una armadura de color plata, y decenas de bolas de fuego giraban a su alrededor como gatitos obedientes.