—Miró a todos los presentes mientras se erguía con la espalda recta —Aiden podía ver las filas de soldados que Emma había reunido durante los últimos cinco años, y solo podía decir que se sentía orgulloso. Había abandonado el lugar hace años sin más, y ella había logrado adaptarse perfectamente, creando exactamente lo que él había deseado... un ejército que estaría listo para hacer todo lo necesario para ganar el resto de los territorios. Después de mirarlos a todos por más de cinco segundos, Aiden sabía que había llegado el momento. Era hora de un último discurso. Un discurso que marcaría la historia. Un discurso que les haría recordar a todos por qué se habían reunido aquí, arriesgando la muerte cada vez que luchaban. Aiden tomó una profunda respiración y lo comenzó. Se puso su Máscara de Segador justo antes de comenzar, ya que sabía que le daba un aura mucho más aterradora.