—¿Te gusta? —dijo una voz que se acercaba lentamente a él volando simplemente.
Aiden reconoció al instante esa voz femenina mientras levantaba la cabeza en respuesta, mirando en su dirección.
—¿A qué te refieres? ¿La habilidad o la vista? —respondió Aiden, mientras se aseguraba de admirar el hermoso bosque que estaba justo debajo de él.
Al hacerlo, no tuvo más remedio que echar un vistazo a Isolde, quien estaba tan perdida como antes.
Sin embargo, pensó que sería mejor para ella si lo descubría por su cuenta, ya que así entendería muchas más cosas.
Aiden no sería capaz de ayudarla en cada paso del camino después de todo.
—¿Qué clase de pregunta es esa, obviamente estoy hablando de las dos —replicó Evelynn, actuando insultada por la mera estupidez de esa pregunta.
Aiden no lo tomó a mal ya que simplemente se rió un poco, ciertamente por todo esto.
Después de todo, acababa de ganar una habilidad.