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No había oído ni visto nada, pero aquella mujer había sido capaz de acercársele sin ningún problema.
«¿Cómo apareció justo a mi lado?», pensó Aiden, ya que no podía entender cómo eso era posible en primer lugar.
Pensó que tenía buenas habilidades de observación tras años como asesino en su vida pasada, pero parecía que eran increíblemente inferiores a las de la mujer que había aparecido a su lado sin el menor ruido.
—Evelynn, ¿por qué intentas asustarlo? —dijo Dan, claramente molesto por esa acción.
Él había querido dejar a Aiden antes de que aquella mujer lo viera, no quería verla en absoluto ya que sabía que ella tenía una personalidad bastante extraña.
—¿Dan, tú también estás aquí? ¿Ya no te escondes de mí, eh? —dijo Evelynn, la chica de cabello blanco que acababa de aparecer justo al lado de Aiden.