Entre sus rasgos más extraños estaban las plumas que adornaban sus cabezas. Estas plumas de cabeza se asemejaban a una cresta real, con tamaños y formas variables entre individuos. A menudo, mostraban una mezcla de colores y patrones, realzando su herencia aviar.
Sus manos y pies a menudo guardaban parecido con garras. Tenían uñas afiladas y curvas que eran robustas y diestras. Estas adaptaciones les ayudaban a asir objetos y contribuían a su apariencia distintiva.
La gente bestia se sorprendió al ver humanos que podían volar tan rápido como ellos y pronto batieron sus alas para atacarlos desde la distancia. Rain hizo que sus amigos zigzaguearan en el aire y evitaran el viento. Hojas disparadas por sus alas, y pronto se acercaron a la gente bestia. Sin dudarlo, mientras aquellos grupos estaban sorprendidos por ello, comenzaron a golpear sus estómagos con los bastones y les hicieron gruñir de dolor y caer sin aire en sus pulmones.