—¿No has recibido información de tus subalternos desde que fuiste al pueblo portuario, verdad? —preguntó Rain cuando el grupo aterrizó en un oscuro callejón.
—Sí... ¿crees que gracias a eso, me perdí una gran cantidad de información enviada por mis subordinados? —preguntó Branden y luego frunció el ceño—. ¿Cómo adivinaste que tenía informantes de todos modos?
—Era bastante obvio —respondió Rain—. De todos modos, ¿dónde podemos encontrar a tu hombre aquí?
—Probablemente en alguna taberna —respondió Branden—. La ciudad está inusualmente tranquila, pero un lugar como ese siempre está funcionando, y es el mejor lugar para recabar información.
El grupo salió cautelosamente del oscuro callejón, intentando ocultar sus apariencias al ponerse las capuchas sobre sus cabezas. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el distintivo tintineo de la armadura de Seadir, Sirenus y Coraline hacía algo de ruido.