Murkel, un hombre al que habían otorgado el título más cercano a alcanzar el Reino Divino. Era un título del que estaba orgulloso y que al mismo tiempo le hacía rechinar los dientes.
Casi lo había logrado, casi había alcanzado el pináculo de un guerrero Pagna para finalmente ascender al mundo superior.
Sin embargo, el título parecía decirle que no era lo suficientemente bueno. Esto llevó a Murkel a una creencia más profunda—¿por qué no era lo suficientemente bueno?
¿Era por su entorno? ¿Era que los que estaban a su alrededor no eran lo suficientemente fuertes para impulsarlo, o era algo más?
Pensó que podría encontrar su respuesta al tomar control del continente de Pagna. Si le habían dado ese título, entonces tenía que estar a la altura.
Al tomar el control de Pagna, tal vez encontraría su respuesta sobre por qué no había podido ascender.
Sin embargo, en la batalla en este momento, creyendo que era el más fuerte, su puñetazo lleno de Qi fue detenido por un simple escudo.