Cuando Raze dio su respuesta, Alen miró hacia abajo al dispositivo de bolsillo que tenía en la mano. No era la respuesta la que le había hecho reaccionar, sino el dispositivo el que casi hizo saltar sus ojos de la cabeza.
—Estás diciendo la verdad —murmuró para sí mismo—. ¿Pero cómo?
Mientras Raze pensaba, el dispositivo en su mano era un raro objeto encantado que podía detectar si una persona estaba mintiendo o diciendo la verdad. Debido a la pregunta realizada, Raze sabía que no tenía nada sobre lo cual mentir.
—Decir la verdad en esta situación también debería quitar su interés de encima —pensó Raze para sí mismo.
Era evidente como el día que Alen tenía interés en quién era. Quizás la conversación que ambos habían tenido hizo que Alen pensase muy bien de Raze o creer que ambos podrían ser algún tipo de rival.