Brandon ya no podía mantener la calma. En vez de alejarse, Andrés seguía apareciendo frente a Alveena.
Brandon avanzó, enfrentándose a Andrés con su expresión severa y enojada.
—¿Cuál es tu problema, Señor Davis? ¿Por qué molestas a Alveena? ¿No puedes simplemente alejarte de ella y dejarla en paz?
Alveena y Andrés se sorprendieron por el estallido repentino de Brandon. Continuó hablando con Andrés.
—Ya estás comprometido. ¿Por qué besas a la prometida de otro? ¿Estás engañando a tu prometida? Te lo digo ahora… ALÉJATE. DE. ALVEENA!
Brandon apretó los puños con fuerza. Sus ojos inyectados en sangre miraban como dagas a Andrés.
Andrés parecía calmado por fuera, pero en su interior también estaba enfurecido. No sabía si estaba enojado con Brandon o consigo mismo.
Tenía que admitir que las palabras de Brandon eran ciertas. Ya se había recordado muchas veces que se alejara de Alveena pero no podía.