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Cuando Renwyck llegó a su cámara, Maxim todavía estaba durmiendo. Entonces, el mago esperó al rey hasta que despertó.
—Hey... ¿estás aquí? —Maxim parpadeó y se frotó la cabeza vendada. Había visto a Renwyck sentado en la silla junto a su cama cuando abrió los ojos. Maxim se sentó y tendió la mano hacia la jarra de agua en la mesa de noche—. ¿Cuándo llegaste?
—Hace dos días —respondió Renwyck. Rápidamente tomó la jarra y vertió agua para Maxim en una taza, y se la dio.
Maxim frunció el ceño en shock y aceptó la taza—. ¿Dos días? ¿Estás bromeando?
Cuando miró la cara del mago, Maxim se dio cuenta de que Renwyck no estaba bromeando.
Entonces, ¿realmente durmió durante dos días? Maldito Soren, pensó.
El médico no parecía saber lo que estaba haciendo. ¿La primera poción no pudo hacer dormir a Maxim, y la segunda realmente lo hizo caer dormido durante dos días?
¡Increíble!
—¿Qué pasó mientras dormía? —Maxim preguntó a Renwyck—. ¿Sabes qué pasó con Emmelyn?