El corazón de Marte se dolía al verla tan triste. Si dependiera de él, preferiría estar aquí con ella. Incluso renunciaría a su título y a su trono si eso fuera necesario para mantenerla feliz.
Sin embargo, para esta cosa en específico, no podía dársela. Marte debería ser la persona que lidiara con la bruja.
Uno, realmente no podía confiar del todo en otras personas para manejar este asunto. Y segundo, sabía que era algo que debía hacer por su cuenta.
La bruja tenía el corazón de Ellena y en este momento, su prioridad además de matar a la bruja era asegurarse de que Ellena pudiera recuperar su corazón.
Marte no quería deberle una deuda de por vida a esa mujer.